Merecido reconocimiento recibió el Vicepresidente Internacional del Movimiento Misionero Mundial. La Iglesia matriz en Panamá, ubicada en el Parque Lefevre, fue la sede del homenaje.
Con almas salvadas y cultos llenos de la gloria de Dios, el Rev. José
Arturo Soto, Vicepresidente Internacional y Supervisor Misionero en
Europa, celebró sus 40 años de labor misionera en Panamá, durante una
campaña evangelística celebrada del 23 al 29 de julio pasado en la
Iglesia Central de Parque Lefevre.
El evento contó con la participación del Supervisor Nacional, José
Alcides Ramea, la Junta Nacional de Oficiales e iglesias del área que
estuvieron presentes durante la celebración de esta gran fiesta
espiritual.
En la actividad participaron familia, hermanos y amigos del siervo de
Dios que presenciaron la maravillosa obra que el Todopoderoso ha
efectuado en el pastor. También se le otorgaron reconocimientos y
palabras de saludo en el marco de un servicio especial. Además, se
proyectó un video en el que se resumió la vida del misionero, donde
también se publicaron emotivas fotos de su vida.
LABOR MINISTERIAL
El Rev. José Arturo Soto nació un 28 de junio de 1953 en la República
de Costa Rica y desde su juventud empezó a servir al Señor en su país
natal, en varios campos blancos, bajo las órdenes de su pastor, Luis
Ángel Monge.
Según narra el pastor Soto, desde su juventud se inclinó en el trabajo
de confección de muebles y la reparación de calzados, oficios que
realizaba cuando el Señor lo llamó a trabajar en su Obra.
En 1968 fue la primera vez que el Rev. José A. Soto visitó la comunidad
de Guabito, a dar una campaña evangelística en donde el Señor hizo
grandes maravillas y salvó un grupo precioso de almas y luego retornó a
Costa Rica a seguir sirviéndole al Señor.
A la edad de 19 años, un 24 de julio de 1972, llegó a la comunidad de
Guabito, provincia de Bocas del Toro, procedente de San José, Costa
Rica, para servirle al Señor, siguiendo instrucciones primeramente de
Dios y del Rev. Luis M. Ortiz, quien lo envió a colaborar en la Obra que
se iniciaba en aquellos años en Panamá.
Cuenta el pastor Soto, que en su momento le dijo al Señor que en ese
lugar, Guabito, no tendría la oportunidad de servirle a Dios con mayor
amplitud como él quería y que mejor se quedaba en San José, Costa Rica, y
se lo hizo saber al reverendo Luis M. Ortiz, en una carta que le envió
por correo y que para su sorpresa luego de varios días la misma misiva
fue devuelta con un rótulo en grande que decía: RECHAZADA. Allí entendió
que se trataba de un plan de Dios.
Luego de más de un año de servicio en la Obra, el pastor José Soto, se
trasladó a la ciudad de Panamá para atender la sede que se iniciaba en
el corregimiento de Santa Ana, que con el pasar de los años se extendió a
Arraiján, Bejuco, El Chorrillo y luego a todo el país, gracias al apoyo
del Señor y de hombres y mujeres de Dios, como es el caso del pastor
Melvin Byram.
A nivel internacional el ministerio del Rev. José Soto ha sido de gran
ayuda para la extensión de la Obra del Señor en Nicaragua y luego a
Ecuador.
El Rev. José Soto fue el primer obrero reconocido que hubo en la
República de Panamá a la edad de 19 años, luego con motivo de su amplio
ministerio en las filas del Señor, fue promovido a Predicador
Licenciado, Ministro Ordenado y con el pasar de los años fue designado
por la Junta Internacional del MMM, Supervisor Nacional de Panamá y
Centroamérica, cargos que ejerció por alrededor de 30 años.
Tras algunos años de servicio, Dios en su infinita misericordia lo
promovió al cargo de Director Internacional del Movimiento Misionero
Mundial, luego asumió la Vicepresidencia Internacional y hace unos años
atrás fue designado en el cargo de Supervisor Misionero de la Obra en
Europa.
En estos 40 años de celebración de labor misionera, en Panamá, el Señor
le ha permitido al Rev. José A. Soto el privilegio de fundar un sin
número de iglesias como también han salido una gran cantidad de obreros
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