miércoles, 6 de junio de 2012

Somalia: Grupos terroristas infunden temor a cristianos


Dos grupos terroristas en Somalia... Al-Shabab y Al-Qaeda se han unido en un reinado de terror. Un hombre fue atacado y logró una fuga audaz.

 Es una tierra de piratas y terroristas islámicos. Somalia se ha convertido en un barril de pólvora desde que dos grupos radicales unieron sus fuerzas y son los cristianos quienes están en la línea de fuego.

  Una historia exclusiva del milagroso escape de un hombre y el hogar cristiano donde él y otros encontraron refugio.

  Pacto terrorista

  El grupo terrorista islámico de Somalia Al-Shabab recientemente se unió con Al-Qaeda. Ahora quiere la ley Sharia y librar al país musulmán de todos los cristianos. Objetivos específicos son los cristianos convertidos del Islam.

  En un video Al-Shabab barrió el Internet en septiembre de 2008. Muestra la brutal decapitación de Mohammed Mansour, un trabajador de ayuda humanitaria de 25 años. El se convirtió al cristianismo en 2005.

  Hace un año este musulmán convertido al cristianismo fue despertado en su casa por soldados de Al-Shabab.

  Aceptamos proteger su identidad y darle un nombre diferente; “Abdi”.

  “Saquearon mi casa, registraron mi bolsa y encontraron varias páginas de una Biblia. Tenían cruces en ellas.”

  "Abdi" fue llevado, encarcelado y torturado.

 “Me vendaron los ojos y me pusieron en una celda oscura. Me golpearon con un palo de madera. Querían saber de dónde saqué las páginas de la Biblia y si sabía de algún otro como yo. Cuando finalmente me quitaron la venda de los ojos, vi tres cadáveres en la habitación. Los pusieron allí sólo para asustarme”.

  Sus torturadores dijeron que lo matarían, pero una noche, Abdi y dos compañeros de celda se fugaron de manera audaz.

  “Los guardias pensaron que habían cerrado la puerta de la celda, pero no fue así. La abrimos, corrimos a la pared y comenzamos a trepar. Los guardias abrieron fuego. Las balas mataron a uno de mis compañeros, pero el otro y yo saltamos encima del muro”.

  Reunido con su familia; Abdi ahora vive en un lugar seguro. El dice que aún sufre dolor físico dada la tortura que soportó. Espiritualmente se siente más cerca de Dios.

  “Me alegro de haber atravesado todo esto porque ahora soy más fuerte espiritualmente. La gente oró por mi escape. Sus oraciones salvaron mi vida”.

  El caso de mujeres

  Líderes cristianos somalíes estiman que menos de 200 cristianos viven en este país de 10 millones.

  Creyentes secretos como una mujer -que llamaremos Fozia- a menudo sufren castigos y humillaciones por rehusarse a cumplir la ley islámica.

  Fozia dice que como cristiana no puede cumplir el requisito de Al-Shabab de que las mujeres deben usar una Burka o velo. Aunque Fozia vestía modestamente ella no quería cubrir su rostro.

  La policía de Al-Shabab, que vigila el cumplimiento de la ley islámica, notó a Fozia caminando en público sin la Burka.

  “Decían que mi vestimenta era inaceptable. Decían que andaba desnuda”.

  Fozia recibió una flagelación pública, un castigo similar al que recibió esta mujer pakistaní por los talibanes. Recibió 30 latigazos. Ella caminó hasta su casa pese a las lesiones.

  “Una vecina vino a mi casa a lavar mis heridas. Estaba sangrando, mi carne estaba pelada, era extremadamente doloroso”.

  Fozia dice que es muy riesgoso tener una Biblia, por lo que escucha emisoras de radio cristianas desde la vecina Kenia.

  Ella halló refugio en la casa de una amiga cristiana en otra ciudad. ¿Pero qué les pasa a otros cristianos somalíes cuando sus vidas son amenazadas por dejar el Islam?

  Albergue cristiano

  Algunos están recibiendo ayuda de un grupo misionero americano.

  Un albergue cristiano secreto patrocinado por la voz de los mártires está ubicado en el cuerno de África, no podemos decir la ubicación exacta porque podría poner en peligro a los exmusulmanes que viven aquí.

  Estos cristianos somalíes se reúnen para alabar y estudiar la Biblia.

  Este albergue no sólo da a los exmusulmanes un lugar donde comer y dormir, también les provee compañerismo espiritual y discipulado. Es dirigido por creyentes maduros que no atienden a más de dos personas a la vez. Eventualmente este lugar ayudará a sus residentes temporales a tener una vida por su cuenta.

  Basmah estaba embarazada cuando su esposo musulmán se divorció de ella. Sin lugar adonde ir, regresó a la casa de su madre donde tuvo a su bebé. Pero cuando su familia descubrió que se había hecho cristiana, su padrastro la echó de su casa.

 “El dijo que estaba infectando la casa y amenazó con matarme si no me iba”.

  Basmah fue forzada a vivir en la calle con su hijo hasta que la voz de los Mártires la ofreció refugio. “Oraba que Dios me diera una casa donde poder dormir. Esta es una casa muy buena, una casa de oración, una casa de Dios. El contestó mi oración”.

  Fozia y otros cristianos somalíes está orando por una vida mejor, libre de la opresión de Al-Shabab y otros islamistas.

  “Ore que los creyentes somalíes vivamos vidas más cercanas al reino de Dios. Ore que soportemos el peso de vida en esta nación islámica”, concluye Fozia.

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