miércoles, 6 de junio de 2012

El Arca de la Alianza


El Arca de la Alianza, según la Biblia, es la caja que guardaba las Tablas de la Ley de Moisés con los Diez Mandamientos, y constituye, sin la menor duda, el objeto sagrado más codiciado de cuantos han sido buscados por el hombre en distintos lugares de la tierra, desde África a Oriente Medio.

 “Harán también un arca de madera de acacia, cuya longitud será de dos codos y medio, su anchura de codo y medio, y su altura de codo y medio.

  Y la cubrirás de oro puro por dentro y por fuera, y harás sobre ella una cornisa de oro alrededor. Fundirás para ella cuatro anillos de oro, que pondrás en sus cuatro esquinas; dos anillos a un lado de ella, y dos anillos al otro lado. Harás unas varas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro. Y meterás las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca con ellas. Las varas quedarán en los anillos del arca; no se quitarán de ella.

  Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré. Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio. Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio. Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos. Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines. Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré. Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.” Éxodo 25:10-22.

  El Arca de la Alianza era un cofre de madera de acacia negra, revestido por dentro y por fuera con láminas de oro puro. Medía 2,5 codos de longitud y 1,5 de ancho y alto, ó sea 131 cm. de largo por 78 cm. de alto y ancho. Una guirnalda de oro la rodeaba en su parte superior; a ambos lados llevaba fijos 4 anillos de oro, sobre la tapa del cofre o propiciatorio descansaban 2 querubines también de oro y a través de aquellos anillos se insertaban 2 pértigas de acacia recubiertas también de oro.

  Los querubines eran dos figuras aladas que bien podrían ser, según ciertas teorías, figuras humanas con la cabeza cubierta, pero con brazos alados o bien según otra doctrina tendrían apariencia zoomórfica, tal vez parecida a las figuras descritas en la Biblia tras la visión de Ezequiel (Ezequiel 1:6, 7 y 10) o bien como los toros alados de Nínive o Kirubi asirios.

  Estos querubines extendían las alas con tendencia a tocarse las puntas de modo que el espacio que quedaba entre las figuras y el propiciatorio forma un triángulo sagrado. Ese espacio abierto se llamaba oráculo mediante el cual se comunicaba Yahvé.

  El Arca estaba situada en el Sancta Sanctorum o Santo de los Santos, lugar más sagrado del Tabernáculo o del Templo. Su utilidad fue variada, pues esta no sólo estaba destinada a contener elementos sagrados como el decálogo, el gomor de maná y la vara de Aarón, sino que además fue un arma de doble filo capaz de proteger al pueblo elegido, como ser brazo ejecutor de los castigos del Señor. Los significados del Arca van más allá de los simbólicos, tener el Arca era tener a Dios.

  El viejo cofre era una manifestación física de la presencia de Dios y fue un medio eficaz para mantener a los judíos lejos de la idolatría. Se recurría a su auxilio en tiempos de guerra, concretamente en la conquista de Canaán: Josué consiguió abrir paso en las aguas del Jordán al contacto de éstas con el Arca y durante 7 días fue paseada en torno de Jericó, que cayó luego en poder de dicho caudillo.

  Su transporte y cuidado sólo estaba reservado a los levitas de la familia de Caath. Ella habría la marcha durante los años de expedición por el desierto y estaba siempre a la cabeza del pueblo (salvo excepciones). Al plantar el tabernáculo un velo la separaba del santuario y al levantar la marcha, los levitas la envolvían en aquel velo (posiblemente el "tentorium"): Todo iba envuelto en una piel teñida de azul y en otra de color jacinto.

  El Arca fue fijada en Silo. Más tarde los filisteos la tomaron en la guerra que mantenían contra los hebreos, en poder de estos estuvo unos meses, puesto que durante ese tiempo sólo causo estragos, muerte y tumores. Los filisteos horrorizados dejaron que el Arca fuese sola en un carro tirado por dos vacas. Después los animales pararon en Bethsames: Varios habitantes de aquel lugar murieron por el trato poco reverente que dieron al objeto sagrado, de allí fue trasladada a Gabaá. Luego Saúl la utilizó en la campaña contra los filisteos. Posteriormente David con un acompañamiento solemne la trasladó a Sión, sin embargo de camino a Sion ocurrió un accidente: Uza un encargado del Arca quiso sostenerla en un momento de bamboleo y cayó muerto de repente, David atemorizado la dejó durante tres meses en casa de Obed-edom. Seguidamente desde Sión, la reliquia fue instalada en el templo de Salomón en tiempos de su reinado.

  Su historia acaba según una carta enviada de los judíos de Jerusalén a los de Egipto (Macabeos. Cáp. II, libro II), con su ocultamiento por el profeta Jeremías en una cueva del monte Nebó.

  Actualmente los judíos tienen en sus sinagogas un cofre donde guardan la Torah y el cual representa al Arca de la Alianza, habitáculo que alberga la Palabra de Dios

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