El chequeo del ojo, tanto en niños como adolescentes, es importante porque es la única manera de detectar trastornos oculares que podrían dificultar el rendimiento escolar.
La Dra. Cirila Espínola de Ruiz Díaz(*), oftalmóloga infantil, señaló:
“Estos signos o síntomas oculares pueden aparecer por primera vez al final de las vacaciones o empeorar las patologías que el niño o adolescente ya poseía anteriormente”.
“Las causas generalmente son los excesos de fatiga ocular, ocasionada en la mayoría de los casos por interminables horas de exposición a la computadora, a la TV, los jueguitos del celular, etc. De esta manera, hecho el diagnóstico antes del inicio de clases, permite realizar el tratamiento adecuado e iniciar las clases sin problemas”.
“Las consecuencias que pueden tener aquellos escolares que acarrean trastornos desde las vacaciones son muy variables, desde una simple cefalea (dolor de cabeza), mareos, náuseas, sensación de malestar, visión borrosa, sensación de cansancio físico y sueño a cualquier hora del día, hasta intensos dolores de cabeza y fotofobia, que simulan una jaqueca de origen neurológico”.
La prevención debe ser tenida en cuenta desde temprana edad. “Comenzará con un control periódico con el oftalmólogo pediátrico. Se aconsejan a los padres las actividades permisivas y orientando sobre las que pueden producir daños desde temprana edad en los ojos de los niños”.
“Actualmente muchos niños usan anteojos porque ya están genéticamente predispuestos a ciertas enfermedades como la miopía, astigmatismo, hipermetropía, estrabismo, etc., porque sus padres u otros familiares cercanos las presentan”.
(*) Presidenta de la Sociedad Paraguaya de Oftalmología.
“Estos signos o síntomas oculares pueden aparecer por primera vez al final de las vacaciones o empeorar las patologías que el niño o adolescente ya poseía anteriormente”.
“Las causas generalmente son los excesos de fatiga ocular, ocasionada en la mayoría de los casos por interminables horas de exposición a la computadora, a la TV, los jueguitos del celular, etc. De esta manera, hecho el diagnóstico antes del inicio de clases, permite realizar el tratamiento adecuado e iniciar las clases sin problemas”.
“Las consecuencias que pueden tener aquellos escolares que acarrean trastornos desde las vacaciones son muy variables, desde una simple cefalea (dolor de cabeza), mareos, náuseas, sensación de malestar, visión borrosa, sensación de cansancio físico y sueño a cualquier hora del día, hasta intensos dolores de cabeza y fotofobia, que simulan una jaqueca de origen neurológico”.
La prevención debe ser tenida en cuenta desde temprana edad. “Comenzará con un control periódico con el oftalmólogo pediátrico. Se aconsejan a los padres las actividades permisivas y orientando sobre las que pueden producir daños desde temprana edad en los ojos de los niños”.
“Actualmente muchos niños usan anteojos porque ya están genéticamente predispuestos a ciertas enfermedades como la miopía, astigmatismo, hipermetropía, estrabismo, etc., porque sus padres u otros familiares cercanos las presentan”.
(*) Presidenta de la Sociedad Paraguaya de Oftalmología.
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