miércoles, 21 de marzo de 2012

La Fortaleza de los Pensamientos.


Las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.2 Corintios 10:4

Desde la Antigüedad el hombre ha construido fortalezas. En épocas pasadas construía lugares fortificados para refugiarse en caso de ataque, o también para meter a los presos. Hoy en día todavía se construyen fortalezas, pero subterráneas. Son los llamados búnkers.
El versículo de hoy habla de fortalezas que no están hechas de piedra, sin embargo son muy reales. Simplemente nos volvemos prisioneros de formas de razonar, de esquemas. So pretexto de la liberación, de la emancipación, de la independencia, la mente humana integra rápidamente a su vida esos pensamientos innovadores, atractivos, pero que están en completa contradicción con los pensamientos de Dios. Ahí comienza nuestra esclavitud, y la Biblia dice que el que no conoce los pensamientos de Dios permanece en las tinieblas.
No obstante, Dios desea sacarnos de esa cárcel. Si creemos en Jesús, Dios nos da una nueva vida y nuevos objetivos. Su Espíritu nos renueva y poco a poco nos libera de nuestras falsas ideas o pensamientos incrédulos. Permanezcamos humildes y atentos a lo que Dios nos dice en la Biblia. Dejémonos alcanzar y examinar por su Espíritu, pues siempre corremos el riesgo de adaptar el mensaje bíblico a nuestros pensamientos personales. Aprendamos más y más a fundar nuestra vida en la voluntad de Dios, para nuestra felicidad y para Su gloria.


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